Pero … ¿Quién lo ha guardado hasta ahora?

Pues aquellos que saben cuándo hay que plantar, cuándo debe recogerse, y cómo hay que realizar las labores para que el cultivo crezca bien ¿Ya sabes de quiénes se trata? ¡Exacto! LOS AGRICULTORES Y LAS AGRICULTORAS: quienes saben que tienen ante sí un tesoro importante, y también cómo cuidarlo y mimarlo. Es como si tuvieran un mapa del tesoro, las instrucciones para conservarlo. Por eso, es muy importante que no lo perdamos. No solo debemos cuidar y conocer las plantas, sino también todo este saber asociado a ellas.

¿Y por dónde podemos empezar a buscar?

Muchas veces, los tesoros están muy bien escondidos. Pero el nuestro se encuentra, principalmente, en las medianías de las islas. Allí encontramos papas y batatas muy antiguas y sabrosas, judías de todos los colores, espigas de distintos cereales, algunas pimientas con nombres muy particulares, ajos que ya conocían los guanches, una inmensa variedad de frutales…

Además, cada uno de estos cultivos guarda su propia historia: no sólo son importantes únicamente las plantas, sino también el conocimiento, las tradiciones, la gastronomía y la cultura que las acompañan, y que forman parte de nuestro patrimonio e identidad.

¡Vamos a verlos!

Papas de color

Las papas locales son una de las joyas de la corona. Llegaron desde América a toda Europa, pero, ¿sabías que Canarias es el único lugar de este continente donde se siguen cultivando las variedades antiguas?

Las papas que conocemos como “de color” son papas antiguas. En el campo, las podemos distinguir porque sus flores son de color rosado y sus hojas , más o menos pequeñas y rugosas.

Las Papas Bonitas son muchas veces las preferidas para comerlas arrugadas o en potajes. Hay de muchos tipos: Bonita Negra, Bonita Blanca, Bonita Colorada, Bonita Llagada, Bonita ojo de Perdiz… pero todas tienen numerosos “ojitos” de color rosado.

Papas Azucenas (blancas o negras) podemos reconocerlas porque tienen unas franjas muy peculiares en su piel. También las flores son muy coloridas, de un bonito color púrpura con manchas blancas.

Papas Negras son de color morado oscuro, y amarillas al partirlas. Son de las más apreciadas por su sabor, y se preparan arrugadas o, las más pequeñas, peladas y fritas enteras… ¡Qué ricas!.

También podemos nombrar a la Colorada de Baga, que es la más distribuida en Tenerife.

Y estas son solo algunas de las más conocidas, ya que si nos ponemos a buscar y a preguntar podemos encontrar hasta ¡¡ 40 diferentes!! Anímate a preguntar a tu familia si recuerdan algún nombre más.

Además de estas papas antiguas, a las que solemos llamar “de color”, también encontramos variedades que han llegado más recientemente, y que suelen llamarse Papas Blancas.

¿Te suenan las papas Autodate o Chineguas? Estas papas llegaron de Inglaterra, y se cultivan desde hace varias generaciones entre nosotros. ¿Te has fijado en sus nombres? Guardan una anécdota curiosa, pues provienen de cómo la gente de la isla entendía los nombres que les daban los ingleses a estas variedades. “Autodate” = out of date, que significa “fuera de fecha”, porque son papas tardías y “Chinegua” = King Edward, el Rey Eduardo, en honor del cual se nombró esta papa.

Pero también hay otras variedades de papas blancas que se cultivan desde hace relativamente pocos años, como la papa Cara o la Recara. ¿Qué te parece? ¿Imaginabas que podían existir tantas papas diferentes?

¿Sabes cómo se cultivan las papas?

Cada año, al recogerlas, se escogen y separan las papas que servirán para semilla al volverlas a plantar.

El terreno se prepara con un motor o con ayuda de animales (mulas o caballos), haciendo surcos altos, donde colocaremos las papas, tapándolas con la tierra. Después de esto, las papas necesitan muchos cuidados. A lo largo del cultivo, cuando la planta va creciendo, hay que “arrimarle” tierra encima, porque lo que queremos es que la planta dé muchas papas y no tanta rama, y si la tapamos conseguimos que no eche los tallos hacia arriba, sino que se formen los tubérculos. Antes de recogerlos, se suele cortar la rama, dejándola secar sobre el terreno. En este tiempo, la piel de las papas se va endureciendo, quedando ya listas para recoger, bien a mano, bien con ayuda de tractores o motocultores.

Como puedes suponer, es un trabajo que requiere mucho esfuerzo. La costumbre es que las familias y los vecinos se ayuden en la labor, y después de que las papas están recogidas, se celebre una estupenda comida para invitar a todos los que han ayudado.

Las dulces batatas

Las batatas también forman parte de nuestro tesoro y llegaron a Canarias desde América. Se sabe que Cristóbal Colón las trajo a España procedentes de Cuba.

¿Recuerdas cuántas clases de batatas has probado? Actualmente, se conocen más de 50 variedades locales diferentes, de las cuales más de 20 se cultivan en el Parque Rural de Anaga.

Muchas de estas variedades tienen nombres curiosos, como la Yema de Huevo de carne color amarillo-anaranjado, la Rajadilla de Anaga, la Venturera de Masca o la Sierra Morena, que es una variedad muy antigua.

Las batatas son muy usadas en repostería, por su sabor dulce tan agradable. El dulce más tradicional son las truchas de batata: ¿conoces la receta? Además, se consume de forma similar a las papas, acompañando platos de carne o pescado salado.

Collares de cebollas

La más conocida y cultivada es la cebolla de Guayonje de color morado oscuro y de sabor suave. Procede de Tacoronte, aunque se puede encontrar también en otras zonas. La cebolla de Masca es achatada y de color asalmonado, y se cultiva sobre todo en un barranco cercano a Masca. De esta misma zona procede la cebolla del Carrizal, grande, rosada y no tan achatada como la anterior; pudiendo diferenciarse incluso sendas variedades entre los dos caseríos que conforman el lugar.

Una costumbre muy antigua asociada a las cebollas es la elaboración de ristras. Para poder hacerlas, hay que dejarlas secar sobre el terreno. Cuando las hojas están secas, quiere decir que las cebollas ya se han curado (endurecido), por lo que serán más resistentes y durarán más sin estropearse. Ahora ya pueden trenzarse en ristras, lo que también ayuda a que estén bien aireadas y se conserven más tiempo.

No sólo el tipo de cebolla, sino también la forma de hacer la ristra, puede variar según la zona en que estemos ¿Has hecho alguna?

Ajos y Ajos Porros

¡Qué diferencias de tamaño! Y es que los ajos y los ajos porros son dos especies distintas. En los ajos, el tallo es más fino, mientras que en los segundos la planta es más parecida a un puerro.

Se piensa que los ajos porros ya existían en Tenerife en la época de los guanches, y que éstos los utilizaban para embalsamar a los muertos. Esta práctica también la llevaban a cabo los pueblos fenicios, por lo que podría ser una pista del origen de los primeros pobladores de las Islas .

¿Cuántos tipos de ajos se encuentran en Tenerife?
Descúbrelo aquí.

Judias de todos los colores.

Con las judías, es más fácil que puedas distinguir a qué nos referimos cuando hablamos de biodiversidad, por todos los tipos distintos que hay. Encontramos judías Blancas, Negras Rojas o Pintadas de muchas clases, con al menos dos colores. Como puedes ver, la mayoría de los nombres de las variedades se refieren al color, aunque también hay otros muy curiosos, que responden a que su forma o color nos recuerda a algún objeto en particular (Manto de La Virgen, Huevo de Hornero) o a alguna característica peculiar las de Parral, judías grandes cuyas plantas crecen mucho, enredándose con sus zarcillos; o las de Manteca, que son de las que más se consumen, ya que al guisarlas quedan muy blandas y sabrosas).

El cultivo de la judía también tiene su origen en el continente americano, desde donde se extendió a todas las partes del mundo.

Las judías alimentan el suelo

Y aunque nuestras judías no son mágicas como las del cuento, poseen una característica especial, en sus raíces encontramos unas bacterias especiales que les permiten aportar nitrógeno, un nutriente muy importante para el suelo en la que crecen, ayudando a que sea más fértil.

Pimientas: ¡Cuidado, que pican!

Este es otro cultivo del que podrás encontrar muchísimas variedades diferentes. También son de origen americano, y en Canarias se cultivan desde hace más de dos siglos.

En Tenerife encontramos nada menos que 5 especies distintas, y muchisimas variedades. Muchos de los nombres que reciben son curiosos, y hacen referencia a distintas características, como la forma del fruto, su color, o lo picante que este sea (Cuerno de Cabra, Pimienta de Campana o de Paraguas, Pimienta Palmera, Pimienta Amarilla, Puta de la Madre, Pinga de Gato, etc.).

Junto con los ajos, se usan mucho para la elaboración de los tradicionales mojos, majados y salmorejos.

¿Sabías que una sustancia llamada capsicina es la responsable del picor de las pimientas?.

Gofios de Cereales

Los cereales, al igual que las judías, son muy importantes para la rotación de cultivos. Hay muchos tipos de cereales diferentes, y uno de sus usos más importantes, como ya sabrás, es la elaboración de un producto muy tradicional: el gofio.

Trigo.

El trigo es uno de los cereales más importantes, ya que el gofio que se obtiene de sus semillas es de muy buena calidad. En Tenerife existen muchas variedades, que se diferencian sobre todo por la forma de la espiga: el trigo Barbilla es el más cultivado, y según las características de sus barbas o plaganas se nombran el Arisnegro, el Plaganudo, o el Pelón.

Millo.

También en el caso del millo podemos distinguir muchas variedades, de tamaño muy diferente, desde el pequeño millo Pollo, similar al que se usa para hacer cotufas, hasta el gran millo Trompacochino, cuyas plantas pueden alcanzar más de 2,5 m de altura, y cuyas piñas son muy grandes. También existen muchos colores diferentes: el llamado millo del País puede ser amarillo, naranja o rojo,e incluso los tonos se mezclan dentro de la misma planta.

Centeno.

Es otro de los cereales importantes. En ocasiones se usa para elaborar gofio, pero su principal utilidad es para el ganado, como alimento o cama, o bien para techar los pajales tradicionales, sobre todo en el Valle de La Orotava. Antiguamente, la paja de centeno también se usaba para rellenar los colchones.

Otros cereales cultivados en Tenerife son la avena y la cebada que se usan principalmente para el ganado, o bien para abono de la tierra.

El Cultivo de los cereales

Hay muchas labores tradicionales asociadas al cultivo de los cereales, y cada una tiene sus nombres característicos: la forma de sembrar, la preparación del terreno, la siega, la trilla, los aperos… En las eras, se separaba la paja del grano trillando muchas veces con ayuda de animales (mulas, caballos, vacas o bueyes). Estas ocasiones solían ser reuniones familiares o de vecinos, donde todo el mundo aportaba comida para celebrar el final del trabajo.

Fruta fresca del país

En Canarias tenemos una gran biodiversidad de frutales: manzaneros, perales, higueras, duraznos… presentan numerosas variedades, algunas de ellas con nombres muy curiosos. ¿Y los castañeros? ¿te parecen todos iguales? Seguro que te sorprendes si te decimos que se conocen más de veinte variedades diferentes, que se distinguen por la forma y tamaño de la castaña (redonda, culochico, castagrande), por las púas del erizo (picuda, mansa) o por otras características, como las mollares, que son fáciles de pelar, o la temprana, que es la primera que da frutos.

Pero los árboles frutales son muy importantes, no sólo en cuanto a diversidad, sino también en el paisaje de las medianías. Muchas veces se plantan en el borde de las fincas, donde además de alimento proporcionan sombra y frescor. Cuando empieza el año, los almendros se llenan de flores blancas, y los castañeros nos traen los colores del otoño.

En cuanto a la gastronomía, además de las frutas frescas o en mermeladas, o las castañas, tostadas o guisadas, destacan las almendras, que son muy importantes en la repostería tradicional, para preparar turrones, almendrados, piñas de azúcar, postres.

UN TESORO EN PELIGRO

Si miras a tu alrededor, o preguntas a tus familiares te darás cuenta de que la situación de las Medianías agrícolas de Tenerife ha cambiado mucho en las últimas décadas, y hay muchos factores ponen en peligro la biodiversidad agrícola.

Es muy importante que las generaciones de hoy tomen el testigo, y conozcan la responsabilidad de conservar un tesoro tan valioso, lleno de plantas, colores y sabores únicos en el mundo, y de tradiciones, usos y fiestas que forman parte de nuestra identidad y nuestra riqueza cultural.

No podemos permitir que este tesoro se pierda, ¡hay que conservarlo!

Los agricultores y agricultoras son los que han permitido que toda esta biodiversidad se haya conservado hasta hoy.

Si podemos disfrutar hoy en día de toda esta diversidad agrícula tan importante, es gracias a la dedicación y el trabajo de los agricultores y agricultoras, que han mantenido en sus fincas todas estas variedades locales tan valiosas y peculiares que hemos descubierto.

Conservando la biodiversidad agrícola

Conservar la biodiversidad agrícola es muy importante para la seguridad alimentaria de todos: si existen muchas variedades diferentes de cada cultivo, cada una de ellas bien adaptada al lugar donde crece, tendremos plantas capaces de dar sus frutos en muchas condiciones diferentes. Así que si el tiempo cambia, y vienen años muy secos y calurosos, o muy fríos y lluviosos, siempre tendremos alguna variedad que resista bien estas condiciones, y que pueda aportar sus genes para que los científicos estudien las características y mecanismos que la hacen resistente.

Y, ¿qué podemos hacer nosotros para que todo este tesoro no desaparezca? Pues todos debemos aportar nuestro granito de arena.

EL CENTRO DE CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD AGRÍCOLA DE TENERIFE.

En el año 2003, el Cabildo de Tenerife creó el Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife - CCBAT, cuyas instalaciones se encuentran localizadas en el municipio del Puerto de la Cruz. Allí se llevan a cabo muchos trabajos destinados a la conservación de las variedades locales de Tenerife.

Podemos imaginar que el Centro de Conservación funciona como un banco, en el que se guardan a buen recaudo tanto las distintas variedades, como toda la información que conocemos acerca de ellas.

Y Nosotros ¿Qué podemos hacer?.

Ya sabes el tesoro que tienes en tus manos. Y sabes que es importante que no se pierda. A partir de ahora, cuando vayas al mercado y reconozcas los productos que hemos estudiado, seguro que los mirarás con otros ojos, porque sabrás que son únicos, y que nos han acompañado a través de nuestra historia.

Y cuando los agricultores y agricultoras que conozcas, incluso tu propia familia, te enseñen a reconocer un cultivo, o te cuenten cómo se cuida, presta toda la atención del mundo, ya que piensa que, en realidad, están compartiendo contigo el Mapa del Tesoro.